En las fotos de esta semana también está presente la figura humana. Siempre hubiera dicho que el objeto de tal presencia es el de proporcionar escala a la escena, introducir la referencia que da la medida. Sin embargo, aparte de esto, hay algo más en esa presencia que no era capaz de explicar, pero que proporciona un contenido suplementario a las tomas. Puede que haya encontrado esa explicación. Como decía en la entrada Intución y conocimiento , creo que me falta bagaje cultural específico sobre fotografía. En mi intento por poner remedio a esta carencia me he acercado estos días a la obra del fotógrafo Franco Fontana (Módena, 1933). Su producción está Influenciada por el movimiento color field painting , una tendencia en pintura considerada una rama del Expresionismo abstracto que se inició en Estados unidos en los años 50 y caracterizada por otorgar el protagonismo en sus obras al color frente a la figuración, lo que consiguen aplicando aquel en grandes super...
Desde que recuerdo me ha gustado hacer fotos abstractas. Hace ya varios años encontré una mina que entonces me parecía inagotable en los faros de los automóviles. Lo que podríamos denominar extravagancia o excesos en el diseño de sus formas, los reflejos tanto en el interior del faro, en el que se incluyen superficies quebradas reflectantes como espejos para potenciar la luz, como en la propia carrocería del vehículo, con delicados pliegues y volúmenes de trazado preciso, mostraban una atractiva realidad deformada interrumpida por las nítidas líneas que describen las juntas entre las distintas piezas. Esta realidad que se plasmaba sobre la superficie de los coches me parecía fascinante por su complejidad y, desde luego, un reto para la composición, por lo que salí algunas veces a pasear por la ciudad a la caza de estas fotos, casi siempre con el teléfono móvil, de ahí que la calidad de alguna se resienta. Algunas de ellas, al verlas ahora, me siguen gustando. No sabría decir exact...
En cierta ocasión, una tarde lluviosa de primavera decidí salir por la ciudad a hacer fotos. No tenía ninguna foto de lluvia y aunque atravesaba un periodo en que las musas ni siquiera me dirigían la palabra pensé que la lluvia podía ser un tema con las suficientes posibilidades como para reconciliarme con ellas: ambientes melancólicos, paraguas de colores chillones contrastando con la grisura del día, reflejos en el suelo mojado de personas o luces de los coches… el agua siempre aviva los colores. Paseé por la ciudad infructuosamente, no conseguí hacer ni una sola foto medianamente decente, alguna mantengo archivada con la esperanza de que haya algo en ella que un día consiga descubrir, pero estoy casi convencido de que es una esperanza vana, cuando las musas se enfurruñan no hay nada que hacer. Uno de los periódicos online locales tiene una sección que titula Miradas en la que publica fotografías que envían los lectores. En esa sección salió publicada al día siguiente la foto qu...
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