EL FUTURO ES HOY
No era un hombre excesivamente ambicioso y por eso estaba satisfecho con lo que la vida le había deparado: disfrutaba de una posición social acomodada que le permitía, sin excesos y con algunos altibajos, disponer de una vivienda digna en la que nunca faltaba la comida ni el vestido, una esposa discreta y amorosa que le había dado un hijo, ahora ya adolescente,y que, sobre todo, vivía dedicada a él, en el sentido de que nunca había osado reclamarle ni una mínima parte de la atención que dedicaba a la que era su gran pasión, la música. No lo había tenido fácil, desde luego. Nació en una capital de provincia en el seno de una familia de tradición militar por parte de padre y el ejercito era su destino señalado; pero había heredado la sensibilidad de su madre y la vida militar le producía un rechazo visceral para disgusto de su padre, que no aceptaba esta incapacidad de ninguna manera y se mostraba decidido a hacer de él un hombre. Hubo de huir a Madrid para estudiar música, contó p