Bocados de realidad XIV
Aunque en primera instancia la intención de estos Bocados de realidad era poner una foto
cada semana, lo cierto es que me parecía poca cosa y por eso intento poner al
menos dos, intentando que guarden cierta relación entre ellas. En numerosas ocasiones esa
relación la descubro al preparar las entradas; a partir de una foto que quiero
subir busco otra que la acompañe y de qué manera puedo relacionarlas. Es por
esto que, de alguna manera, preparar estas entradas me sirve para entender
mejor lo que hago al encontrar intenciones coincidentes en fotos separadas en
el tiempo.
La relación que he encontrado entre las que traigo hoy es que ambas están a
medio camino entre una composición geométrica abstracta y una foto figurativa,
aunque cada una de ellas opere en nuestra percepción de forma distinta, como trataré
de explicar más adelante.
La primera de ellas, zócalos,
está casi en la línea de las que incluí en el Bocados de realidad X dedicado al fotógrafo Franco Fontana. En aquella entrada
puse unas imágenes en las que una composición geométrica muy potente determinaba
la primera percepción de la imagen y una presencia entonces muy poco relevante de
una figura, en unos caso personas, en otros un tractor labrando, aportaban la
visión figurativa, dándole a la imagen una nueva dimensión. En este caso son
los zócalos escalonados, con esa fantástica franja amarilla que además se
desvía de la alineación que traen los grises para cerrar el ámbito que ocupa
uno de los gatos y que finalmente acaba siendo el alma de la foto, los que
asumen el primer protagonismo mientras que la presencia de los gatos, después,
aunque casi inmediatamente esta vez, introduce la figuración.
Zócalos |
En cuanto a la segunda imagen, como digo, opera en nuestra
mirada de forma distinta, aquí lo primero que se observa, o que se interpreta,
es la presencia de la mujer y es después, tras un análisis más demorado, cuando
se aprecia que los elementos que intervienen en la composición: el quiosco metálico
verde, la pamela, la pared blanca sobre la que se recorta la figura y la propia
figura, engarzan una composición geométrica que además está en la misma gama de color. Claro que así es como lo veo yo,
pero la mirada del autor nunca es la misma que la del observador de la foto, porque
el autor conoce la escena completa de la que ha extraído una porción y cuando
mira la foto está en posesión de todas las claves de la misma, mientras que el
observador ve únicamente lo que se le muestra y con ello interpretar lo que el
fotógrafo quiere transmitir.
Bodorrio |
Comentarios
La foto “zócalos”, aunque no tan radicalmente como la del anterior post, titulada “imperfección”, el primer pronto también me ha hecho clasificarla en ese grupo, aunque en este caso sea una gran imperfección (la del zócalo gris del primer plano), y además no se repita tantas veces el patrón y haya otros elementos en la composición.