Bocados de realidad VI
A vueltas con la realidad. Esta sección se llama Bocados de realidad y ciertamente lo que
pretendo recoger en mis fotos son fragmentos de la realidad presentados de forma
que resulte una imagen estéticamente atractiva. Podría decirse en base a ello
que estas fotografías no reflejan la realidad al menos de forma fidedigna. No
buscaré argumentos que oponer a esa afirmación, mejor diré que esas no son unas
normas excesivamente estrictas y que en cualquier caso y como es bien sabido las
normas están para romperse. Así, en ocasiones, como ocurre en estas fotos
que traigo hoy, no renuncio a lo segundo es decir a conseguir imágenes que
considero atractivas desde el punto de vista estético aunque para ello deba
sacrificar en cierta medida la fidelidad a la realidad, a la visión real por
decirlo mejor.
En el primer caso, la fotografía de la puerta del coche, se
han subido exageradamente las sombras, con ello algunos reflejos que había en
la puerta, los más difuminados, han desaparecido y el rojo de la puerta ha
quedado absolutamente plano. Subiendo las luces otros reflejos, los más intensos, se han convertido en
puntos y trazos blancos. Las sombras del tirador, en cambio han pasado
totalmente a negro, un negro degradado pero también plano que mantiene la
sensación de volumen.
Yo creo que el resultado es una imagen Pop art.
Rojo y negro |
En la segunda imagen el proceso ha sido justamente el
contrario, se han levantado las luces hasta hacer desaparecer el cielo de fondo
y convertirlo en blanco. Creo recordar que también subí las sombras hasta
llevar las ramas del árbol a negro.
Maraña |
Comentarios
Ya las había visto en tu Flickr y me habían encantado, como otras muchas. Ese concepto de fotografía es el que más me gusta. A ver si me voy dedicando e inspirando más, gracias a tus aportaciones.
En su artículo del suplemento de El País Babelia de hace unos sábados decía Muñoz Molina:
Un arte nuevo tarda en encontrar el espacio estético que solo a él le pertenece. La fotografía empezó queriendo ser la pintura, y el cine quiso ser también pintura, postal coloreada, teatro, antes de aplicar sus capacidades técnicas a la representación de lo que le correspondía en exclusiva.
Así es que puede ser que, en rigor, no puedan considerarse auténticas fotografías, pero la verdad, a mí me produce mucha satisfacción hacerlas.