Bocados de realidad CVII
Leyendo Mitologías de Roland Barthes , una recopilación de pequeños ensayos publicada en 1957, me topo con uno que analiza la forma en la que la fotografía transmite sensaciones al espectador y me encuentro con que desmonta el planteamiento que en alguna ocasión he expresado aquí en el sentido de que la fotografía transmite al espectador las sensaciones del fotógrafo en el momento de hacer la foto, que, en definitiva, para transmitir un sentimiento mediante una foto el único requisito es que el fotógrafo sienta. Bueno, pues según Barthes es justamente al contrario: Geneviéve Serreau, en su libro sobre Brecht, recordaba aquella fotografía de Match en la que se ve una escena de ejecución de comunistas guatemaltecos; señalaba correctamente que esa fotografía no es terrible en sí y que el horror proviene del hecho de que nosotros la miramos desde el seno de nuestra libertad; una exposición de fotos-impactos en la galería d’Orsay, de las cuales muy pocas, precisamente, lograron imp