Bocados de realidad LXXVIII
Sigo peleado con las musas, en período de sequía. Lo malo en
estos casos no es solo que no se me ocurran fotos que hacer sino que las que ya
tengo hechas y trato de sacarle algún partido, como en condiciones normales
suele ocurrir con cierta frecuencia, tampoco me gustan, las tengo demasiado
vistas. Y lo mismo me ocurre con otras ya resueltas, por lo que tampoco puedo hacer una entrada con fotos aunque no sean actuales.
Un cambio de escenario suele venir bien y en un par de
paseos he hecho un par de ellas que no están del todo mal.
Hospital (2018) |
Rocío (2018) |
Pero parece que en esta situación ni siquiera la suerte te
acompaña. Bueno, digo la suerte pero en realidad ha sido una torpeza imperdonable: había
un curso de agua que en algunas zonas tenía una corriente fuerte, sobre una
pasarela un punto de vista privilegiado, trataba de sacar unas texturas que me
gustaban, hice unas cuantas. Pensé que tenía que subir bastante la velocidad
tratando de congelar el agua, que era mi intención, pero las miraba en la
pantalla de la cámara y parecían estar bien, así es que la dejé en prioridad a
la apertura, que es como suelo llevarla. Cuando las vi en el ordenador me daría
de cabezazos contra la pared: no estaban nítidas y hubieran sido buenas.
Agua (2018) |
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