Bocados de realidad LXVI


Entre otras muchas cosas Andalucía se puede identificar con el color blanco y para un fotógrafo que camina por las calles de alguno de sus pueblos buscando detalles con los que construir fotografías recurrir al color blanco como motivo es algo casi ineludible.

Es el blanco un color especial, distinto a todos: puede parecer la ausencia de color cuando en realidad es la suma de todos los colores, puede ser silencioso y puede ser estridente. A eso hay que añadir que, según dicen los pintores, no existe el blanco puro, quizás sea por eso que es símbolo de pureza. Ellos son capaces de ver la tonalidad predominante: azul, rojo, verde…. Yo no tengo ese ojo cromático tan preciso, sí aprecio diferentes tonalidades, pero me cuesta identificarlas hasta que me las señalan. Pero si además de todo eso, como ocurre en este caso, entra también en juego la textura rugosa de las paredes que el sol resalta tenemos entonces una foto como Blanco, que yo no me canso de mirar y de buscar en ella colores: están todos, todos menos el blanco.

Blanco (2018)

Resulta difícil procesar estas fotos en las que se persigue que el color, el matiz del blanco en este caso, tenga un valor protagonista. Ante la pantalla del ordenador la realidad ya no está presente; alberga uno la convicción falsa de que la realidad ha sido captada por la cámara pero conforme se van moviendo los cursores del programa de edición y variando los parámetros, esa realidad va cambiando significativamente y al final hay que quedarse con una ignorando si era esa la que contemplaron los ojos.

Pared encalada (2018)

Las sombras o un distinto grado de iluminación en paredes con distinta orientación generan también distintas tonalidades de blancos.


Blanco y blanco (2018)

Ángulos (2018)


A decir verdad no sabría decir qué me gusta más si esas tonalidades del blanco o las texturas que con el tiempo y las sucesivas capas van adquiriendo esas viejas paredes encaladas. Aunque no lo parezca, la siguiente foto sigue siendo la de una pared blanca.

Texturas (2018)

Muchas veces el blanco y esas texturas de la pared me sirven de fondo para una composición.

Tortolitos (2018)

Composición (2018)

Comentarios

wallace97 ha dicho que…
Me encantan todas las fotos que haces aprovechando las sombras, los contrastes y las texturas formadas en las fachadas cuando los rayos del sol son prácticamente paralelos a las mismas. Es una pena que este motivo sea dificilísimo encontrar en una gran ciudad. O quizás hay más de los que yo me imagino, pero es mucho más difícil encontrarlos, no destacan tanto dentro de la vorágine existente, la observación se va por otros derroteros, normalmente de crítica y desaprobación.
MJGE ha dicho que…
Como estoy seguro que sabes perfectamente, estimado wallace, motivos hay en las grandes ciudades tantos o más que en las pequeñas. Que se perciban peor por la vorágine sí es cierto. De ésta, de la vorágine, hay dos tipos, la que uno lleva dentro y la que transmite el entorno; de la primera es más difícil librarse, para librarse de la segunda muchas veces basta con doblar una esquina, salir de la calle principal y adentrarse unas calles tranquilas.
Lo que también es cierto es que es tipo de paredes revestidas con mortero de cal y encaladas o pintadas con colores llamativos que se van bofando y perdiendo capas y adquieren unas texturas increíbles, son más propias de Andalucía.
wallace97 ha dicho que…
Totalmente de acuerdo, pero me ocurre que es la vorágine del entorno la que me conduce a la vorágine interna. Si intentas desplegar un trípode y ves un grupo de turistas con su guía al frente, sabes que estás estorbando. Y si te adentras en calles tranquilas, con dos o tres personas juntas que pasen, ya no caben si estás allí con el trípode desplegado.
Hace muchos años, cuando el ayuntamiento de Madrid no estaba todavía en Cibeles, fui un día con todo mi equipo para hacer unas fotos concretas de la fuente, y me encontré con el andamiaje para la celebración de la liga del Real Madrid, casi dos semanas antes y sin que tuviera matemáticamente ganada la competición. Cuando volví en otra intentona, ya estaba instalado el ayuntamiento allí, y los mástiles para las banderas que ponen en visitas oficiales, no los han quitado desde entonces.
Hace ya tres o cuatro años que decidí no volver a pisar el centro, salvo necesidad imperiosa, un día que iba a hacer unas fotos en la cripta de la catedral de La Almudena, y para cruzar la calle Bailén desde la calle Mayor tuve que esperar dos turnos de semáforo de peatones, de la cantidad de guiris acumulada allí. Es una demencia esto del turismo masivo.
MJGE ha dicho que…
Jajaja. Tu relato me ha recordado al de alguien que leí en un foro tratando de fotografiar el pasado eclipse y que te transcribo a continuación para que te consueles. Yo para eso soy más práctico: voy con la cámara y dos objetivos, los que tengo, y a veces ni eso, uno y a correr.

"¿Alguien me explica qué me pasa con las nocturnas? O soy gafe, o soy un torpe de mucho cuidado… O seguramente, ambas cosas…
Noche de eclipse lunar, gran difusión en los medios, gran manada de gente en la playa —ni que fuese San Juan—, no me podía poner en ningún sitio de la arena, porque estaba a rebosar de gente decepcionada que se pensaba que iba a ver una Luna roja como el sol reflejada en el mar.
Total, me pongo a andar hacia el espigón, ya que imaginé que allí no iba a ir la gente, y me encuentro con las pruebas de luces de un concierto que habrá próximamente —empezamos bien la noche—, saco mi pedazo de linterna y empiezo a andar, camino pedregoso pa’lante hasta que llego casi al fondo (al fondo del todo no porque estaba en obras, joer macho, hace un par de días no estaba).
En estas que me siento súper guay y saco mi silla, mi trípode, mi botella de agua, y me siento allí, vamos a poner la cámara en el trípode: ¡Joder! ¿Qué le pasa a esto? Se había soltado la base de la zapata, vamos, que se movía más que el pulso de una vieja con los aparatos de ejercicios de la teletienda. Con toda la oscuridad, no vi que tenía un tornillo, por lo que pensé que se había jodido el trípode y que me iba a tocar devolverlo, pero bueno, aún así me quedé allí, como un campeón, porque hombre, si he sacado la silla, ya no me puedo ir así de rositas.
Pongo la cámara en la rótula, tembleque para acá, tembleque para allá, consigo que se quede quieta. Vamos a enfocar: Haz de luz que me pasa por mitad de la luna, miro atrás: conciertazo de Camela, de los obreros montando el escenario —cuaaaando zarpaaa el amooor…—, amor el que le estaba yo cogiendo al trípode…
Vaya, esto no enfoca bien, bueno, vamos a probar primero cambiando todos los parámetros para que se vea bien la Luna… Poquito ISO, diafragma cerradito, velocidad de obturación LiveTime… ¡Guay! Yo creo qué… —FLASHAZO— ¿PERO QUÉ HOS…? Ahí la gente, que se venía hasta el fondo del espigón, porque oye, si te puedes acercar 100 metros más a la luna, seguro que la sacas bien con el móvil, y ya bueno, si le pones el flash, seguro que le quitas hasta el eclipse a la luna vaya.
Un hueco, no viene gente, perfecto. Vamos a enfocar, joder y esto que no enfoca. A tomar por… El AF, vamos a darle con el MF, Focus peacking, ayuda al enfoque x3, x4, x10, x1000. Esto no enfoca ni pa’ tras.
¿Estará el objetivo mal? Joer, el escenario me va a servir pa’ algo. Ah, pues está bien el objetivo. Vuelvo a enfocar a la Luna, y nada. Dio más vueltas el aro de enfoque que una peonza, hasta que me quedé medio resignado con el enfoque que conseguí.
Así que vinieron como 5 o 6 personas con su respectivo flashazo, yo estaba contentísimo. Recapitulemos: Trípode jodido, objetivo no me enfoca la luna, pruebas de escenario con haces de luz, gente por doquier, gente que se te pone al lado, porque claro si tú ves a un tío con todo el chiringuito montado en un sitio y con su trípode, ESE SITIO ES ER WENO, y te pones a su lado a pegar flashazos.
Vamos, que casi me tiro al mar, porque ya se dice: De perdidos al… ¿eso era al río, no? Bueno, da igual.
Con todo, conseguí estas humildes fotillos, que tienen más ruido que un campo de cigarras en Sevilla. Las meto en Photoshop, Enfocar, Quitar Ruido, Quitar polvo y Raspaduras, Poner boquerones en Vinagre. Vamos, que no hubo filtro de Photoshop que no probase."

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