Bocados de realidad XXIV

Tal como dije la semana pasada quería dedicar esta entrada a fotografías sin espacio negativo y, a decir verdad, me ha costado trabajo encontrarlas. No es que no las tenga, pero me he dado cuenta de que en esas fotos casi siempre busco la abstracción. Claro, al no haber un motivo sino que es el propio motivo el que ocupa toda la imagen el resultado es una fotografía en la que no hay una escena, no hay un sujeto protagonista, sólo una composición.

Es por lo tanto un tema al que ya he dedicado más de una de estas entradas y no quería repetir otra más, por lo que intentaba buscar fotografías de ese tipo pero que no fueran simples abstracciones geométricas o formales sino que incluyeran un contenido reconocible, por así decirlo, que además de esa abstracción inevitable hubiera en ellas también figuración, ¿una figuración abstracta? Algo así. Cuando pensé en este tema para una entrada tenía en mente dos fotografías Oporto y Verbena, no he encontrado muchas más que respondieran a estas características concretas.


Quien conozca Oporto reconocerá fácilmente la primera fotografía pues se trata de unas bodegas de Gaia (Vila Nova de Gaia) que se encuentran junto al puente de Don Luis I por lo que forman parte de la estampa más conocida de la ciudad. Lo que intenté en esta foto, como es obvio, fue reducir esa imagen conocida a las franjas horizontales que forman fachadas y cubiertas debido a la fuerte pendiente sobre el río.

Oporto

En el caso de Verbena y en cierta medida, el planteamiento es similar: se obvia el todo, que incluiría el escenario, el grupo musical, etc y se reduce la imagen al público que, iluminado por las luces de colores adquiere textura. En definitiva hay una abstracción de lo que es la verbena aunque se pueden distinguir los individuos por lo que hay también cierta figuración.

Verbena

Finalmente hay otra imagen que también responde a estos parámetros, aunque más abstracta que las anteriores creo que también es fácil descifrar el motivo protagonista. Es una imagen sencilla, intrascendente que siempre me ha gustado y le tengo cariño así es que no me resisto a incluirla.

Volumen


Comentarios

Angela ha dicho que…
Me gusta muchísimo "Oporto". Yo miro este tipo de fotografías con ojo de "quilter", es decir, desde el punto de vista del diseño, la composición, la línea, el color. La tercera, "Volumen", también la veo con ese mismo ojo. En el caso de "Verbena", tengo que hacer una abstracción mayor, encontrar las líneas y las transiciones de color.
MJGE ha dicho que…
Por tu afición a las telas, lo entiendo muy bien. Yo las hago buscando eso mismo que especificas. Verbena, no sé muy bien qué buscaba, puede que ahí esté el problema. Estaba viendo esa masa de gente que cambiaba de color por los focos del escenario y saqué varias, en distintos colores, más uniformes, rojo, azul, magenta, aunque al final esta multicolor es la que más me gusta, incluso el hecho de que saliera movida creo que le da un punto interesante. Quizás para ese ojo que dices fueran mejor las otras, como una tela con un estampado no geométrico.

https://i.imgur.com/Mrknzrx.jpg

https://farm5.staticflickr.com/4276/34978514620_443b5a27fb_b.jpg
Angela ha dicho que…
Si las miro con los ojos entrecerrados, la segunda es la que más me gusta. Tiene un círculo de sombra abajo en el centro un poco a la derecha desde donde irradian los puntos de luz.
MJGE ha dicho que…
Te refieres a la “roja”. Si, parece que puede observarse cierta alineación de los brillos de las cabezas que convergen hacia ese punto. Aún así no deja de resultarme curioso ese empeño tuyo en buscar esas líneas, ese orden en el caos. Yo tengo otra manía, cuando veo una tela estampada, unas cortinas, por ejemplo, no puedo evitar buscar y delimitar el módulo que se repite, lo que está grabado en el rodillo que imprime la tela, y ver cómo se compone con el resto. Rarezas :))
Angela ha dicho que…
Tu manía, en el fondo, es la misma que la mía. Los dos buscamos el patrón.
MJGE ha dicho que…
El patrón que yo busco sé que está, porque es imprescindible. Si ese que buscas tú esperabas que yo lo hubiese puesto es que me sobrevaloras Ángela :)
wallace97 ha dicho que…
Buenísimas las tres, como siempre. De la primera, me gusta el aplanamiento de la perspectiva, la división de la composición en dos mitades debido a los colores de las fachadas, y la ruptura de la monotonía que dan las composiciones de los tejados inferiores. De la segunda -la que más me gusta- me encanta el triple degradado que va desde el vértice superior izquierdo hasta el inferior derecho: de luz, de color y de movimiento, de más a menos en los tres casos. Y la sensación de transparencia del conjunto dada por el movimiento. Si esta foto hubiera sido tomada con una velocidad tal que hubiera congelado ese movimiento, no sería lo mismo. Y de la tercera me gusta que sabiendo que ahí hay un volumen formado por las ondulaciones de la cortina, y que se intuye por la profundidad de campo que evidencia la diferencia de tamaño y de enfoque del motivo, se puede abstraer hasta percibir una composición geométrica plana.
MJGE ha dicho que…
Un gran análisis, amigo wallace, que suscribo punto por punto en los tres casos. En cuanto a la segunda, Verbena, en uno de los comentarios a Ángela he puesto dos enlaces a otras dos de esa serie en las que los sujetos aparecen sin movimiento y el motivo es el color y el brillo o silueteado de la gente, que, debo reconocer, era mi intención al hacerlas. Sin embargo, cuando tengo que escoger y como he dicho en la entrada, siempre me quedo con esta. El azar juega su papel y hay que dejar que lo haga.
wallace97 ha dicho que…
Pues no las había visto, porque puse mi comentario dos o tres días después y no me acordaba de los enlaces, pero son también maravillosas, me encantan. Siempre me ha gustado muchísimo el efecto de silueteado de las personas por contraluz extremo, y en estos casos son mucho más originales debido a los tonos aportados por las luces. No recordaba que tenías dos de ellas en tu Flickr. Por cierto, que hay obras maestras en él como para hacer veinte o treinta exposiciones.
MJGE ha dicho que…
Tampoco hay que exagerar. Muchas exposiciones son esas. Me has recordado una anécdota que relata Joan Fontcuberta en uno de sus libros y que transcribo literalmente:

Cartier-Bresson poseía junto con su esposa, la también fotógrafa Martine Frank, una casa de campo, «Le Claux», en Céreste, en la Alta Provenza, que por tanto no distaba mucho de Arles y en la que pasaba temporadas en verano, efectuando visitas furtivas a las exposiciones y proyecciones que podían atraerle. La mansión se convertiría previsiblemente en un foco de selecta peregrinación al que muchos admiradores acudían para rendir pleitesía, pero también en un lugar de encuentro entre viejos camaradas de profesión. Cuando en una ocasión Eugene Smith fue el invitado de honor del Festival, Desvergnes lo condujo a visitar a su antiguo amigo. Los dos máximos exponentes del documentalismo social habían compartido en el pasado causas y aventuras, y el afecto que se profesaban no llegó nunca a disipar una humana rivalidad. Ambos por otra parte tenían fama de apasionados y de enérgicos conversadores: locuaces, agudos e incisivos. Eugene Smith no aventajaba a Cartier-Bresson en mordacidad e ironía. En el fragor de una discusión, Smith preguntó: «Y, tú, Henri, ¿cuántas fotografías buenas, verdaderamente buenas, crees que has conseguido hacer en tu vida?».
Ante esta pregunta-trampa se produjo un silencio expectante entre los asistentes. Los dos fotógrafos habían publicado a lo largo de su carrera docenas de libros, con miles de imágenes. ¿Cómo condensar esos millares de «instantes decisivos» en un número reducido de obras maestras? Lo que parecía presumible dialécticamente era que, fuese cual fuese la respuesta, Smith iba a reprender a su oponente rebajándole el número, censurando así un eventual bajo nivel de autoexigencia. Por lo cual, en previsión, Cartier-Bresson optó ya por una cifra ostensiblemente exigua y modesta: «Yo creo que unas doce. Tal vez sólo diez». A lo que al otro le faltó tiempo para reponer impetuoso: «¡Anda ya! ¡Qué exageración! Como mucho has hecho tres, buenas verdaderamente buenas. No más de tres».

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