Bocados de realidad LXXXIV


No sé si la entrada de hoy va de fotografía o de otra cosa, yo creo que sí y más adelante trataré de justificarlo.



Esta es la plaza que veo desde mi ventana. Seguro que reconoceréis casi todo lo que veis porque de forma fragmentada aparece en muchas de mis fotos, pero hoy quiero mostrárosla al completo porque de lo que voy a hablar es del árbol de navidad, más concretamente de su ubicación. ¿No os parece que está puesto con el criterio de ¡aquí mismo!? Lo cierto es que todos los años lo ponen en el mismo sitio y os aseguro que verlo cada día me resulta de lo más molesto.

La ubicación de elementos de un espacio debe responder a un orden, a un criterio, puede que nadie repare en ese orden o incluso que no sea descifrable a simple vista, sobre todo para los profanos en ordenación urbana o para los observadores distraídos, pero incluso éstos, lo perciben de alguna forma, les transmite armonía, sienten que el espacio es agradable y estéticamente atractivo. Hay veces que un elemento añadido lo hace adaptándose al orden existente y otras en las que es ese elemento el que genera el orden en el conjunto. Ninguna de las dos cosas ocurre aquí, ni siquiera la estrella que remata el árbol está orientada hacia ningún sitio, todo es arbitrario. El resultado es que el árbol no se integra en la plaza, es un elemento extraño: un adefesio.

La plaza no tiene un diseño muy elaborado ni una ordenación muy definida, la farola central y esas dos alineaciones de bancos con árboles que ocupan media plaza quedando la otra mitad vacía, una cuadrícula en el pavimento y ya está. Yo creo que el árbol debería estar en la zona vacía, desplazado hacia la derecha para materializar la diagonal junto con la farola y el vértice de las dos alineaciones de árboles, de esa manera el árbol, aunque sea feo, que lo es y con ganas, sobre todo de día, de noche con las luces tiene un pase, adquiriría un sentido y lo que es más, se lo proporcionaría a la propia plaza.

¿Qué tiene todo esto que ver con la fotografía? Pues para mí mucho. Sabéis que le doy muchas vueltas a la composición, al encuadre. Igual que en el espacio urbano, en el espacio de una fotografía tiene que haber un orden, los elementos que aparecen en ella tienen que estar dispuestos de manera que el resultado esté equilibrado para que transmita esa armonía, ese valor estético que antes reclamaba para la plaza. Incluso buena parte de mis fotos son solo composición, el motivo no tiene ninguna relevancia especial es la forma de situarse los elementos lo que la construye.


Rojo (Nov. 2018)

Lo mismo ocurre con las geometrías que me gusta tomar como motivo de mis fotos, geometrías que en ocasiones no existen realmente y que solo toman cuerpo en la fotografía como en el caso de esta en que luces y sombras se ordenan diagonalmente.

Geometrías de luz (Dic. 2018)

Hay otros casos en que la geometría está ahí y ni siquiera es la protagonista de la foto pero me resulta imposible ignorarla. Es el caso de las siguientes fotos. El motivo es el agua, la textura del suelo con los arañazos que ha provocado el uso, el ambiente entre misterioso y tétrico que genera la luz y el color que hace que el líquido no sea del todo reconocible contribuyendo a provocar el misterio. Sin embargo las juntas de las baldosas y el dibujo de éstas introducen una geometría que aunque están en un segundo plano no puedo obviar y busco la forma de integrarlas haciéndolas paralelas a los bordes. Es una forma simple de hacerlo, podría buscarse una solución más compleja pero lo que no se puede, lo que yo no puedo hacer, es ignorarla.

Líquido I (Dic. 2018)

Líquido II (Dic. 2018)

O el de esta otra de un tejado. Quería captar esas dos islas de luz que generan brillos sobre las tejas y la población de líquenes. Hice bastantes fotos con diferentes encuadres y perspectivas, me quedé con esta porque las dos líneas oblicuas estructuran la foto y le añaden un plus. A ello contribuye que una forme prácticamente 45º con los bordes y que ambas tengan un extremo en las esquinas de la foto.

Terracota (Dic. 2018)

A veces pienso que todo esto no es más que una obsesión mía, y puede que lo sea. Hay muchas formas de entender la fotografía, todas válidas, pero esta es la forma en que la entiendo yo.

En cualquier caso y siendo así comprenderéis que lo de la plaza y el árbol de navidad me ponga de los nervios jajaja.

***
En cuanto a la propuesta de Ángela sobre la foto de la semana pasada, le he dado unas cuantas vueltas. He encontrado interesante esa franja en diagonal que forman las fachadas y que está delimitada superiormente por los aleros de las casas e inferiormente por la barandilla y a la que se contraponen varias líneas o alineaciones verticales. He tratado la foto, oscureciendo el cielo y la parte inferior de la barandilla para enfatizar esa franja y darle protagonismo. Sigue gustándome más en ByN que en color.


Comentarios

Angela ha dicho que…
1 - Ese árbol (que ni siquiera es un árbol, pardiez) no debería estar ahí, ni donde está ni en ninguna otra zona. Es horrendo, no hay justificación posible para su existencia.
2 - Es precisamente la composición lo que más me gusta de tus fotos.
3 - Me gusta la propuesta de la última foto, gracias por atender mi petición. Me sobran las personas, sin embargo. No vas a tener más remedio que sacar otra foto cuando no haya nadie, je, je.
MJGE ha dicho que…
Gracias a ti Ángela.

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