Bocados de realidad XCII


Parece que ha terminado la temporada de estorninos. Quedan algunos pero muy pocos. No sé si será porque ya les toca marcharse a otras tierras o porque el ave rapaz que todas las tardes intenta cazarlos ha conseguido expulsarlos; tengo entendido que algunos ayuntamientos de esta zona contratan para expulsarlos a empresas especializadas que utilizan este tipo de aves. Aunque me extraña que aun quedando tan pocos el cazador sigue apareciendo cada tarde.

La temporada me ha dejado un buen puñado de fotos, algunas ya os las he mostrado aquí, muchas quedan pendientes de procesar, a la espera de una nueva mirada, almacenadas para épocas de sequía.

De esta primera serie, en la primera de ellas, en medio del grupo se puede apreciar un manchurrón de color pardo que debe ser el momento de un ataque.

Caza I (Ene. 2019)

Caza II (Ene. 2019)

Pájaros (Ene. 2019)

También deja un episodio singular que tuvo lugar hace unos días. Por alguna razón el predador acabó aterrizando en la plaza con la presa entre sus garras. Estuvo un buen rato, parecía no ser capaz de hacerse con el control del pajarillo ni que pudiese levantar el vuelo con ese peso. Le hice bastantes fotos aunque había ya poca luz y salieron con bastante ruido.

El cazador (Ene. 2019)

No me gusta mucho mirar esta foto. Estos episodios de vida y muerte de la naturaleza me resultan desagradables. Quizás os guste saber que, al menos parcialmente, tuvo un final feliz para el pajarillo: una mujer que pasó por allí y vio la escena se acercó un poco y el ave salió volando soltando a su presa que, corriendo por el suelo, se metió en el portal de una casa que estaba abierto. No sé cuál sería su estado y si finalmente sirvió de cena a un gato. Qué dura es la naturaleza.

Pero aunque se hayan ido los estorninos siguen quedando pájaros. Por ejemplo estos que creo son cernícalos y que planean durante todo el día buscando lagartijas en los tejados, no se meten con los otros pájaros. Aunque es algo que ocurre a diario, el otro día, entre nubes y estelas de aviones, había un bonito cielo así es que con ese fondo decidí hacer algunas.

Vuelos I (Feb. 2019)

Vuelos II (Feb. 2019)

Vuelo hacia la luz (Feb. 2019)

Vuelos III (Feb. 2019)

Por otro lado, sigo mirando las estelas.


Estelas (Feb. 2019)


Comentarios

wallace97 ha dicho que…
Impresionante serie. Cada vez se me pone más cara de idiota por vivir en Madrid.
MJGE ha dicho que…
Gracias Wallace.
Qué mal hecho está el mundo, amigo mío. Me encantaría vivir en Madrid. Puede que ventana a ventana la mía tenga más posibilidades, pero es fácil imaginar lo que puedes encontrar tú con solo salir a la puerta de la calle, además de todos los ambientes que se te ocurran: estaciones, plazas, calles, fachadas (antiguas y actuales), gente… Bueno, si no hace falta que te lo diga, solo hay que ver tus fotos. Por cierto, me encantó la que pusiste en Flickr de la lona de la piscina. ¡Magnífica!
wallace97 ha dicho que…
Pues la lona de la piscina es lo único que he visto fotografiable desde mi ventana, y tampoco da mucho de sí que digamos. O eso, o dos fachadas como la que se refleja en los charcos de la lona, que no ofrecen el mínimo interés fotográfico. En cuanto a Madrid, pues sí, estaciones, plazas, calles, fachadas, y gente, gente, gente, más gente, mucha gente. A todas horas. Y motos de Telepizza, de Glovo, de Deliveroo, de Just Eat. Por todas partes. Y furgonetas de Seur, de MRW, de Tipsa, aparcadas y circulando en todas esas calles, plazas, estaciones y dentro de poco en las fachadas. Imposible hacer una foto sin todos ellos.
En todo caso puede valer para el que le encante la street-foto, como un amiguete que tiene una exposición del tema en un centro cultural, y me ha encantado, pero no es lo mío.
MJGE ha dicho que…
Jajaja. Eres un pesimista, pero eso sí, con sentido del humor :)
MJGE ha dicho que…
Sin ánimo de pontificar, en todo caso de ayudar, a veces solo es cuestión de cambiar la mirada y en lugar de buscar una foto que no encuentras porque todo lo que te rodea estorba, mirar lo que te rodea y ver qué fotos ofrece. Todo tiene su encanto, y su estética, depende cómo se mire.

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