Bocados de realidad LXVIII


Dice wallace en un comentario a una entrada anterior que cuando sale a hacer fotografías lo hace con el equipo completo, incluido el trípode y entiendo que varios objetivos, sin duda esto habla de que la calidad técnica de las imágenes es importante para él. No es mi caso, tengo una cámara bastante buena, pero la calidad de la imagen la marcan los objetivos y yo tengo dos objetivos básicos que si bien proporcionan una calidad decente, no son nada extraordinario. Pero no me voy a escudar en las limitaciones de mi equipo, lo cierto es que para mí la calidad técnica está en un segundo plano, valoro más cuestiones como el motivo, la composición, el color o la luz, en definitiva el contenido de la foto, al servicio de todo lo cual entiendo que ha de estar la calidad técnica.

Sin embargo y pese a ser cierto todo lo dicho, como ya he reconocido en más de una ocasión, la verdad es que mis deficiencias técnicas son notables; no tanto por desconocimiento, ciertamente son pocos los conceptos a manejar y yo sé, más o menos, lo que implica cada parámetro, creo que es más bien que no tengo suficientemente mecanizado su ajuste previo de la cámara antes de hacer la foto, por así decirlo me faltan los fundamentos de un fotógrafo, quizás sea porque empecé demasiado tarde y mal con la fotografía, adquiriendo vicios o simplemente porque soy poco cuidadoso en ese aspecto: a menudo hago una foto con la cámara ajustada para otra que había hecho antes y que resultan absurdos para ésta, lo que supone en bastantes ocasiones perder esa foto si el motivo ha desaparecido y no se puede repetir.

Sirvan como ejemplo estas dos fotos bastante similares: ambas están hechas de forma rápida, a un motivo en movimiento que pretendo sacar en algún punto concreto, las dos están hechas en similares condiciones, y, por supuesto, con la misma cámara y objetivo.

La primera está bien, tiene una nitidez aceptable, incluso acercándose puede apreciarse una textura aterciopelada en el paraguas y algunas gotas de agua brillando sobre él

Contraluz (2018)

La segunda no: está desenfocada o movida. Me gusta mucho esta foto: el color en general y en particular el tono de la piedra del ángulo inferior derecho donde se ven las gotas de agua cayendo sobre el agua encharcada y sobre todo por las líneas que forman los brillos de las juntas de las losas del suelo. Pero está excesivamente borrosa. Intento desde hace tiempo sacarle partido sin conseguirlo, creo que no tiene solución.


La diferencia de parámetros: el mismo ISO:200 en ambas, en la primera la apertura f/9.0 en la segunda f/5.0, la velocidad en la primera 1/800, en la segunda 1/2000. Seguramente no medí la luz en el sitio adecuado o disparé demasiado rápido porque la persona del paraguas iba a desaparecer, no sé, pero me da mucha rabia perder esta foto por sus deficiencias técnicas, por mi torpeza y poco cuidado al hacerla.

Efectivamente los aspectos técnicos han de estar al servicio de otros aspectos de la foto como los que he señalado que me gustan de esta última foto, pero cuando fallan, cuando no aportan lo que le corresponde la foto es fallida. Eso sin hablar de cómo un dominio de la técnica bien asimilado, mentalmente mecanizado amplía las posibilidades a la hora de primero imaginar y luego captar imágenes.

Comentarios

wallace97 ha dicho que…
Normalmente no salgo con el trípode, sólo si pienso hacer alguna foto concreta nocturna o de larga exposición con filtros de densidad neutra. La verdad es que hace muchísimo tiempo que no salgo a hacer fotos, estoy muy perezoso, y más en esta ciudad en la que vivo. El otro día fui a casa de una hermana, desde donde se ve la cornisa sobre el río Manzanares con el Palacio Real, la Almudena y San Francisco el Grande, para hacer fotos al eclipse de luna, y después de montar dos trípodes (uno con la cámara y otro con el móvil acoplado a un adaptador para unos prismáticos a su vez acoplados al trípode por otro adaptador, no pude hacer ni una sola foto, pues había una bruma sobre todo el horizonte que ni rastro de la luna.
Mi equipo es de lo más modestito, compuesto por dos objetivos de kit (uno de 18-55 mm. y otro de 55-250 mm.), un juego de anillos de extensión, y filtros (uno polarizador y tres de densidad). Además tengo un flash externo que no utilizo nunca, un juego de reflectores y difusor, y un foco de leds con su pie. Todo ello (excepto los difusores y el foco) me cabe en una bolsa nada grande, y más que por la calidad técnica (que nunca podrá ser excelente por las limitaciones de la calidad de los objetivos), lo llevo por poder cubrir un abanico de distancias focales más o menos razonable, más fotografía macro, y la de larga exposición con los filtros de densidad para hacer efecto seda en el agua, o eliminar personas o coches esporádicos en la escena.
Estoy totalmente de acuerdo contigo en que lo importante es el motivo, la composición, el color o la luz. Y además me he ido convenciendo cada vez más de ello sobre todo desde que sigo tu blog. Lo que pasa es que no es tan fácil como pueda parecer en un principio. Es más sencillo dominar la teoría de la técnica, que como bien dices, son unos cuantos conceptos nada complicados.
MJGE ha dicho que…
Es la fotografía que a mí me gusta hacer, la que me interesa, pero es sólo mi gusto y mi interés. Si de algo me he dado cuenta es de que la fotografía tiene un campo de operaciones muy amplio y de que hay gustos para todo y, desde luego, todos respetables. Con una gran parte de esas formas de entender la fotografía yo comparto interés, incluso aunque yo no practique ese modo; como el retrato, por ejemplo, o algunas macro, no suelo hacerlas pero me gusta verlas. Hay otros que no, por ejemplo los que únicamente se interesan por la técnica, como esta fotografía que alguien puso hace poco en un foro:

https://flic.kr/p/26s9sD5

Yo no entiendo este tipo de fotografías. Usan modelos pero no transmiten nada: No hace falta ser un experto para darse cuenta de que es la primera vez que la chica tiene un violonchelo entre las manos. Como le dijeron en el foro ni el arco se coge así ni se toca en esa zona de las cuerdas. Seguramente el fotógrafo tampoco tenía ni idea. Como esa, muchos retratos con modelo no tienen alma, no tienen vida, son fotos muertas. Para mí no tienen ningún interés, son bodegones, naturalezas muertas que en realidad no lo son. Hay mucha gente que le gusta. No pasa nada, hay sitio para todos.

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