Bocados de realidad XXXII
Desde mi ventana
La iglesia
Frente a mi ventana está la iglesia. No tiene un estilo
definido. Es grande y tiene una torre de planta rectangular, casi cuadrada, muy
similar a otras que hay en pueblos vecinos.
Puedo ver desde arriba alguno de sus tejados y parte
del atrio elevado que la rodea. En algunos momentos del día sobre sus muros se
dibujan sombras que arrojan los edificios vecinos o unos volúmenes sobre otros,
al atardecer el sol enciende sus sillares de granito color crema y los torna
rojizos a la vez que saca brillos en las tejas.
Luz de atardecer |
La hora de los estorninos |
Los pájaros: palomas, gorriones y, cuando es la época,
estorninos o vencejos hacen de los tejados y muros de la iglesia parte de su
hábitat. Los estorninos, por ejemplo, se reúnen al atardecer sobre la torre,
otros, como los gorriones, construyen nidos en sus aleros y en algunas
oquedades que encuentran entre los sillares. Todos ellos andan por sus tejados
y huecos de los muros o utilizan como posaderos piezas metálicas clavadas en
dichos muros que alguna vez debieron tener una utilidad que hoy es difícil de
adivinar. Se convierten así, combinados con las sombras y la luz en objeto de
mis fotos.
En vuelo |
Desde luego no son esas fotografías de pájaros en las que se
aprecian todos los detalles y que tanto trabajo, y equipo apropiado, precisan. Estas, más que fotografías de
pájaros son fotografías con pájaros.
Diré en mi descargo que su interés no está únicamente en el pájaro.
Tejado |
En el alero |
Como me gusta forzar la iluminación, a veces consigo alguna
foto curiosa.
Brillos |
Los pájaros |
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