Bocados de realidad XXXIII

Hace unos días, cuando hablaba de la fotografía como documento, manifestaba mi incapacidad para determinar qué imágenes de la actualidad adquirirían con el tiempo valor documental. Sin duda esto que voy a exponer es exagerado, pero… quién lo sabe. Lo cierto es que se habla cada vez más de la incomunicación, del auge de las relaciones virtuales, se muestran, como curiosidad, imágenes en las que se puede ver a personas abstraídas en la manipulación de su teléfono móvil y ajenas a la realidad que les rodea, en definitiva de la decadencia de la comunicación directa. Hubo un tiempo en que estas imágenes resultaban chocantes por lo curioso del fenómeno,  pero hoy ya no es así y ya no nos llama la atención ver en una fotografía o en la realidad a dos personas que supuestamente están juntas pero en la que cada una atiende a su móvil sin prestar atención a la otra, esa es ya una escena corriente. Se me ha ocurrido que tal vez sea este un buen momento para establecer como tema a fotografiar personas comunicándose directamente, hablando cara a cara o, más general, simplemente relacionándose sin tecnología mediante.

He buscado en mi archivo y he encontrado varias que pueden encajar en este tema, a fin de cuentas las relaciones humanas son un tema universal en fotografía y en cualquier otro arte. Desde ahora me fijaré en ese tipo de situaciones y trataré de construir con ellas imágenes que respondan también a los requerimientos fijos de estética, composición, etc, que siempre busco para mis fotos.


Ya las iré poniendo, de momento aquí va una muestra.

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Conversaciones 2

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Comentarios

wallace97 ha dicho que…
Pues tienes razón. Cada vez es todo más vertiginoso, y es imposible saber cuándo la normalidad de hoy dejará de serlo. Como siempre, preciosas fotos, maravillosas composiciones. ¡Cuánto juego te ha dado la plaza!
MJGE ha dicho que…
Gracias wallace, me alegra que te gusten. Sí, todo cambia constantemente y cosas que hoy parecen normales pasado un tiempo nos resultan chocantes, no hay más que ver el vestuario que lucen los actores en algunas películas de los años 70-80 y lo mismo ocurre con las costumbres. En cualquier caso las relaciones sociales entre personas es un tema universal que siempre resulta atractivo y, además, tener un tema en mente ayuda mucho a ver un motivo para una fotografía.
En cuanto a la plaza, tengo una maravillosa “ventana indiscreta”. La gente, las sombras, el trazado geométrico del enlosado… siempre dan juego.

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