Historia de dos fotografías
A veces una fotografía no lleva a otra, sino que la encuentra.
Esta es la historia —tan imprevista como divertida— de cómo dos imágenes tomadas en momentos distintos acabaron caminando juntas.
Un experimento sobre sombras, carritos rojos y el diálogo entre
la intuición humana y la mirada crítica de una inteligencia artificial.
(ChatGPT)
Lo que les traigo hoy es la historia no de una sino de dos fotos, más bien el relato del proceso por el que ambas, de forma totalmente inesperada, acabaron juntas formando un díptico, un proceso y un díptico que considero lo suficientemente interesante o, al menos, divertido, como para traerlo aquí.
Verán,
hace bastante tiempo que no hago fotos, pero como durante unos años hice
muchas, tengo un extenso archivo. Hace unas semanas descubrí una página web,
PULSEpx.com, asociada a 500px.com, en la que se plantean retos, es decir, proponen
un tema acompañado de un enunciado breve y los usuarios presentan fotografías
que luego ellos mismos votan mediante un sistema un tanto suigéneris. El
caso es que me gusta participar; no tanto por el resultado, que también, sino
porque eso me permite recuperar mi afición por la fotografía, repasar mi
archivo y con ello descubrir fotos que en su momento no les vi el interés y
ahora sí, con otras pasa justo lo contrario, reeditar algunas con otros
criterios, el tiempo también hace mella en las fotografías y, sobre todo,
ocuparme en una actividad creativa
Para algunas de
estas convocatorias recurro a la IA (Gemini y ChatGPY) en busca de
asesoramiento, tanto para seleccionar la mejor candidata como para que me den
consejos sobre cómo editarlas; mis resultados en las convocatorias no pueden
calificarse de sobresalientes, ni mucho menos, y los usuarios de mayor nivel
tienen una calidad de edición impresionante. No tanto en lo que se refiere a la
fotografía como vehículo para la expresión de ideas o sentimientos; ya saben,
aquello del fondo y la forma, pero no voy a abundar en esta cuestión porque no
es lo que pretendo contarles hoy.
En este caso que les voy a relatar, la convocatoria tenía
por título “Contraste audaz” y se enunciaba con el siguiente texto: “Composiciones de cuadros que se dividen audazmente por la
dramática línea entre la luz y la sombra. Busque el borde duro de la sombra de
un edificio en una calle, una cara con iluminación dividida o un paisaje
dividido por el sol poniente. Enfatiza formas y formas poderosas sobre tonos
sutiles para crear una declaración gráfica de alto impacto”.
Tras
una primera criba de candidatas, a las que ChatGPT puso ciertos reparos por su escasa
adecuación al tema solicitado (Gemini no, Gemini es demasiado condescendiente para
mi gusto y siempre le parece magnífico lo que hago), leyendo el enunciado con
más detenimiento, decidí buscar candidatas en las que la audacia del contraste
se produjera por sombras bien definidas dibujadas sobre el suelo u otros
edificios. Tengo muchas de este tipo, así es que me costó bastante reducir mi
selección a estas 3.
Por
cierto, la tercera, “Mujer con carrito”, no se la pude enviar a ChatGPT
por haber sobrepasado el cupo, le envié una descripción lo más detallada
posible, me dijo que le veía mucho potencial, aunque me sugirió recuperar
detalles en las sombras porque la consideraba excesivamente abstracta y plana.
Sobre las otras 2 me dijo lo siguiente:
“Amenazas”
·
Fortalezas:
composición limpia, equilibrio entre la arquitectura y la figura humana, y una
atmósfera de tensión serena; la sombra que “invade” parte del edificio tiene
mucha fuerza gráfica.
·
Debilidad:
el contraste no es tan audaz como podría ser para una convocatoria que pide
“atrevimiento”; es más sobrio, más clásico.
·
Sensación:
elegante, contenida, algo “Hopperiana”.
“Hombre con carrito”
·
Fortalezas:
es la más audaz, tanto por el contraste de luces como por el detalle del
carrito rojo —esa ruptura de monocromía es una decisión muy inteligente y
visualmente potente.
·
Debilidad:
el color introduce un elemento más “conceptual” que puede polarizar a los
votantes (a algunos les parecerá un toque genial, a otros una licencia).
·
Sensación:
contemporánea, atrevida, muy visualmente eficaz para Pulse px.
Sobre su valoración de “Amenazas”, que hasta ese momento
era mi favorita, lo de elegante me gustó, sin embargo, para alguien de cierta
edad, como yo, el adjetivo clásico se percibe como una acusación, un moscardón
que te persigue y tratas de ahuyentar a manotazos, así es que la descarté de
plano.
Para darles una idea del rigor y la sutileza de los juicios de
ChatGPT, transcribo a continuación el diálogo que mantuve con él a propósito de
su valoración del detalle de color en una foto en ByN:
Yo. En tu crítica de "Hombre con carrito", que
es la que consideras mejor, señalas el color del carrito en la foto en ByN como
un punto crítico. ¿Crees que debería eliminarlo o que toda la foto fuera en
color? El suelo es gris con cuadros levemente rosados.
ChatGPT. Muy buena observación 👏 —y te felicito por
hacerte justamente esa pregunta, porque “Hombre con carrito” tiene en
ese detalle del color su clave expresiva, y la decisión depende totalmente del
mensaje que quieras reforzar.
Veámoslo con calma, desde lo conceptual y lo visual:
🎯 1️⃣ Si mantienes la foto en blanco
y negro con el carrito en color
💪 Ventajas:
·
Es un golpe visual inmediato: en Pulse
px, donde las fotos se votan de dos en dos sin texto, eso te da una ventaja de
atención.
·
Ese toque de color actúa como un signo: rompe la
geometría monótona y conduce la mirada directamente al sujeto.
·
Además, puede leerse simbólicamente: el carrito
“vive” en un mundo apagado, lo cual introduce una narrativa sin palabras.
⚠️ Riesgos:
·
Algunos votantes o jurados lo perciben como un
recurso “fácil” o efectista, sobre todo si el desaturado parcial no es
muy sutil.
·
Si el resto de la escena tiene texturas y tonos
ricos (como ese suelo con matices rosados), el corte entre color y B/N puede
parecer demasiado abrupto.
👉 Conclusión: déjalo así solo si el
color es absolutamente limpio y justificado, es decir, si no parece un
truco, sino una decisión visual que aporta algo real.
Yo. Eso es lo
que había pensado, hacerla en color con colores muy débiles. La foto y la
edición tiene unos años, quizás entonces estaba de moda ese tipo de
manipulación puntual y hoy al observador ya no le impresiona y hasta le
molesta.
ChatGPT. Exactamente
—has dado en el clavo 👏
Ese tipo de desaturado selectivo (una
escena en B/N con un único elemento en color) tuvo su momento —digamos entre
2008 y 2015— cuando el recurso aún sorprendía. Pero hoy, como bien dices, suele
percibirse como un efecto pasado de moda o incluso intrusivo, salvo que
esté ejecutado con una justificación narrativa muy clara (y en Pulse px, donde
no hay texto que la explique, es difícil que funcione).
¡Fantástico!
Me puse a trabajar en la edición de las dos candidatas
supervivientes “Hombre con carrito” y “Mujer con carrito”,
llegando a estos resultados:
![]() |
| Hombre con carrito |
![]() |
| Mujer con carrito |
Que presenté a ChatGPT y entonces llegó la sorpresa. ¡Vean!,
vean por donde salió el amigo:
ChatGPT. ¿Quieres que
te comente cómo dialogan ahora, desde el punto de vista conceptual y estético,
esta foto y la del hombre con el carrito rojo? Porque juntas forman una especie
de díptico muy interesante.
Yo. Adelante!
ChatGPT. Perfecto,
porque las dos imágenes —aunque distintas en tono— dialogan
sorprendentemente bien, casi como si hubieras construido un díptico sobre
la soledad urbana y el peso cotidiano.
1. La
estructura visual
Ambas fotografías comparten un esquema
geométrico riguroso, con una gran atención a la luz, las sombras y la
dirección del movimiento.
·
En la del hombre
con el carrito rojo, la composición es amplia, despejada, casi monumental.
Las diagonales de sombra recortan el suelo como cuchillos, y el sujeto camina
por una suerte de escenario vacío.
·
En la de la mujer
con el carrito, el espacio se comprime. El punto de vista es más cerrado,
más urbano y más narrativo. Hay más capas: primer plano (sombrillas), plano
intermedio (mujer) y fondo (terraza y sombras). Es una imagen más “vivida”, más
densa.
Este contraste es muy potente: una foto respira amplitud
y soledad, la otra intimidad y observación. Juntas ofrecen una
secuencia emocional —del espacio abierto al espacio contenido— que el
espectador puede leer casi como una progresión psicológica.
2. El color
como ancla emocional
En ambas, el carrito rojo es el corazón
visual, pero su función cambia:
·
En la del
hombre, el rojo rompe la geometría, es una pequeña rebelión dentro del
orden de líneas y sombras.
·
En la de la
mujer, el rojo dialoga con la materia urbana (asfalto, paso de cebra,
azul oscuro de las sombrillas). Es menos contraste y más presencia humana
dentro del anonimato.
El equilibrio cromático es muy fino: el rojo
funciona casi como una firma visual, una constante que conecta ambas
escenas sin que haya repetición narrativa.
3. El tono y
la atmósfera
·
El hombre
parece parte de un escenario deshumanizado, casi una coreografía de la rutina;
su sombra alargada lo multiplica, lo hace figura simbólica.
·
La mujer,
en cambio, tiene una relación más cercana con el entorno: no es símbolo, es una
persona real dentro de una trama urbana viva (aunque silenciosa).
El primero es una foto metafísica, la
segunda es narrativa, más callejera.
4. Como
conjunto
Si las pones una al lado de la otra, la lectura
se amplía:
La del hombre es la ausencia sonora del
espacio; la de la mujer, el murmullo cotidiano que lo habita.
Podrías incluso titular el díptico algo así como “Entre
sombras” o “El peso de la luz”, o jugar con la idea del caminar
como eje poético:
·
“Dos
trayectos”
·
“El mismo día”
·
“Sombra y
paso”
·
“Cartografía
del tránsito”
Yo. ¿Me estás
sugiriendo que presente un díptico?
ChatGPT. Sí —exacto—
te lo propongo como una posibilidad seria, no como una obligación.
Te explico por qué creo que podría funcionar especialmente bien en tu caso:
🔹 1. Porque las
dos imágenes ya están dialogando sin que tú lo hayas forzado
Ambas comparten motivo (persona con carrito
rojo), punto de vista elevado, contraluz fuerte y diagonales
de sombra que dividen el encuadre.
Pero, en lugar de repetirse, se complementan:
·
Una es arquitectónica
y casi abstracta (“hombre”).
·
La otra es urbana,
cálida y narrativa (“mujer”).
Presentadas juntas, se potencian mutuamente: una
da contexto emocional a la otra, y el conjunto cobra profundidad.
🔹 2. Porque
cada una corrige la debilidad de la otra
·
La del hombre
puede parecer demasiado fría o distante si va sola.
·
La de la mujer
puede parecer anecdótica si se presenta aislada.
El díptico equilibra ambas lecturas: abstracción
y humanidad, geometría y relato.
🔹 3. Porque
conceptualmente se sostienen
El tema común (caminar, el carrito, la sombra, el
anonimato urbano) permite que el espectador lea el conjunto como una
reflexión sobre el tránsito cotidiano o la soledad en el espacio público.
El hecho de que sea un hombre y una mujer refuerza además una sensación de
simetría o universalidad.
Y sí, monté un díptico, al que
le puse un título más mundano que los sugeridos por ChatGPT, simplemente lo titulé
“De compras”. Quedó así:
![]() |
| De compras |
Claro que ahora se me ocurren más lecturas, el matiz positivo o
negativo de cada una de ellas pónganlos Uds. Si nos centramos en esa dualidad
hombre-mujer:
1. El mundo el hombre es más
ordenado: sombras con formas simples, elementales, la cuadrícula del suelo. El
de la mujer es endiabladamente complejo y enrevesado, casi indescifrable.
2. El hombre es más libre, tiene
más espacio vital. La mujer está más constreñida, oprimida, apenas encuentra
una rendija por la que salir a respirar.
3. El hombre está en el centro del
encuadre. La mujer, desplazada a un extremo, casi se sale del cuadro.
Y probablemente a Uds. se les ocurran más. Lo curioso de esta
historia que he decidido contarles es que todo esto ha surgido sin intención
alguna, a partir de 2 fotos elegidas por unas cualidades ajenas a estas y que
lo único que compartían era un carrito de la compra rojo y al final ha resultado un díptico de los más panfletario. Bueno, a fin de cuentas,
todo ello aporta una capa de significado más al requerimiento de “Contraste
audaz” ¿no creen? Y eso sí: ¡Actual! Nada de clásico ¿eh?
Corolario
Los más observadores se habrán dado cuenta de que la foto de la mujer que aparece en el díptico ha variado respecto a la que les presenté como resultado final de la edición, el encuadre se ha recortado por arriba y por abajo. Subrayo esto para poner de manifiesto algo que cualquiera que practique una actividad creativa, y la fotografía lo es, sabe, y es que la obra nunca está terminada, siempre se puede mejorar. El autor, simplemente, la da por terminada, incluso huye de ella para no seguir dándole vueltas y dedicar su esfuerzo a otros proyectos. Seguramente habrán oído hablar de escritores que nunca releen su obra, que una vez que la entregan al editor se olvidan de ella; esta es la razón. En mi caso, la presentación en PULSEpx no era un final, la fotografía, o el díptico, sigue vivo para mí y, por lo tanto, susceptible de ser modificado. He ajustado en encuadre para que, en la línea de contacto de ambas fotos, por la parte de arriba coincidan zonas en sombra y por la de abajo zonas en luz, eliminando para ello una sombra de la parte inferior. Creo que ha mejorado notablemente, ahora el espacio de luz fluye limpiamente de una foto a otra y se convierte en un espacio unitario. Tras tanta confrontación, no viene mal esa lectura de que, finalmente, el mundo es el mismo para los dos y que ambos se complementan. Y no es un espacio cerrado, se abre por los bordes insinuando continuidad, como decía aquella frase de un anuncio: Hay otros mundos, pero están en este.
Tras todo esto ¿Cómo titulamos el díptico?






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