Bocados de realidad XXXI

Estoy en crisis. De repente las fotografías que hago no me dicen gran cosa, me cuestiono si tienen interés y, sobre todo cuál es el interés si es que lo tienen. Me parece que estoy haciendo siempre las mismas fotos, quiero hacer cosas distintas y claro, ando un poco perdido y desanimado.

En estos casos, para superar la situación, uno suele hacerse la pregunta clave: ¿qué es una buena fotografía? Buscando respuestas he visto un par de páginas en blogs de otros fotógrafos que tratan de responder a esa pregunta, seguro que también atravesaban una de estas crisis; y sobre poco más o menos, tras admitir que es una pregunta de difícil respuesta, la disertación discurre por los terrenos que transitaba yo en mi anterior Bocado, cuando la crisis ya me estaba acechando: las cuestiones estéticas, el hecho de que la fotografía cuente algo, el valor documental… Concluyen diciendo que una buena fotografía es aquella que, por alguna razón, conmueve a quien la ve, le llama la atención y le obliga a detenerse en ella. Claro, eso está muy bien para las fotografías que uno ve, pero a mí no me interesa en este momento saber si la fotografía que estoy viendo es buena o no, lo que ahora me interesa es cómo hacerlas, porque ante lo que me encuentro es ante el denominado síndrome del papel en blanco; no estoy intentando juzgar algo hecho sino planteándome qué hacer que tenga interés.

No hay que alarmarse demasiado, este tipo de crisis son crónicas, unas veces más profundas que otras y, además, supuestamente cuando se superan uno ha avanzado, ha evolucionado, es como cuando, de pequeños, caíamos enfermos y después de unos días en cama con fiebre al levantarnos habíamos dado un estirón. Al menos eso espero.


Así es que voy a aprovechar esta circunstancia para dar salida a algunas fotos que tenía ganas de poner pero no encontraba la ocasión adecuada ─tengo bastantes en esa situación─. Eso sí, no me preguntéis dónde está el interés, tendréis que encontrarlo vosotros.

Composición 1

Composición 2

Composición 3

Acopio
(El año pasado sobró leña)

Comentarios

wallace97 ha dicho que…
Pues para mí está claro, el interés está -como casi siempre- en la combinación de los tres elementos que más me interesan: composición, geometría y luz.
MJGE ha dicho que…
Pues en esta ocasión me resulta difícil responderte, estimado wallace, ya que, como creo que ha quedado patente a lo largo de todos estos bocados, mi interés es de lo más disperso. Y, además, no coincide en las fotos que me gusta ver y las que me gusta hacer. Por ejemplo, me gusta ver retratos pero ni sé hacerlos ni me llama mucho la atención. Me gusta mucho la fotografía de Alberto Garcia Alix, tanto por su valor documental como por la forma en que capta a los personajes que retrata, pero es una fotografía que yo no practico ni me atrae hacerlo. Me gusta el “momento decisivo” de Cartier Bresson y en muchas de sus fotos no hay ni un buen encuadre, ni siquiera son modélicas en cuanto a técnica. Me gustan los trazados geométricos, esto también lo decía Cartier Bresson, me gusta la fotografía abstracta… En fin, que me gustan e interesan muchas cosas, tal vez demasiadas :)
Creo que acabaría antes si dijera lo que no me gusta: no me gustan, algo que es muy corriente actualmente y se ve mucho en los foros, tanto en las fotos que se suben como en los comentarios, las fotografías cuyo único interés está en la técnica, ni esas fotografías de modelos que tienen muy bien resueltas las luces, las texturas, el color, pero que a mí no me dicen nada y más que retratos las considero bodegones.

Como creo que dije en el Bocado anterior, entiendo que lo ideal es cuando se conjugan varios factores: el motivo, la composición, el color… pero a veces uno solo de ellos alcanza el suficiente interés para que la imagen sea una obra maestra.
wallace97 ha dicho que…
A mí no me llena la fotografía documental, ni la callejera, ni los bodegones, ni los retratos. Eso no quiere decir que no haya obras maestras, pero prefiero, sin ir más lejos las que tú haces. Las cuatro de hoy también me encantan. Las tres primeras exigen tener visión para encuadrar y componer, y en la última, la composición está ya hecha, sólo hay que disparar, pero me ocurrió hace poco que con ese idéntico motivo de la leña apilada, me puse a hacer fotos con distintos encuadres, desde muy cerca hasta lejos, y todavía no sé cuál es la que más me convence.
Me gusta mucho la fotografía macro, es muy entretenido buscar y encontrar el motivo, y pelear contra la falta de profundidad de campo, o aprovecharla para hacer buenos bokehs.
MJGE ha dicho que…
Está bien que, finalmente, discrepemos en algo; eso abre un espacio para el debate. Lo que no me aclaras es si para ti hay también diferencia entre el tipo de fotos que te gusta ver y el que te gusta hacer o si coinciden.

Esto de las aficiones es más complejo de lo que parece. Creo recordar que Antonio López en “El sol del membrillo” de Víctor Erice decía que lo más positivo de la experiencia era el tiempo que había pasado junto al árbol. He oído también que para muchos pescadores, más importante que la pesca en sí es el tiempo que pasan sentados tranquilamente junto al río. En la fotografía a mí me encanta salir por ahí, con la cámara, mirándolo todo, buscando un motivo, hacer la foto, seguir pensando que puedes haber hecho un par de ellas que tal vez sean buenas, hasta que, por fin, las descargas, ansioso, en el ordenador y las ves. Aun en el caso de que no, de no haya ninguna buena, el haber disfrutado de ese tiempo ya no te lo quita nadie. Luego, las que tienen posibilidades, trabajarlas en el ordenador es algo que también me gusta.

Este debe ser parte del atractivo de hacer foto de calle, igual que la preparación del motivo para quien le gusta hacer bodegones, o fotografía macro, o retratos o cualquier tipo de fotos. Es decir, el proceso tiene mucho que ver con lo que te gusta hacer. Fíjate en los bodegones que hace este tipo:

http://www.olympistas.org/foro/sala-de-exposiciones/exposicion-de-tonet-bodegones/

A mí no me interesa este tipo de fotografía, pero puedo entender que, si le gusta, y parece que sí, habrá disfrutado preparando cada detalle.

Todo esto no existe cuando se ven fotografías. Entonces lo que buscas es que la fotografía te diga algo, que el fotógrafo tenga algo que contar, puede ser una emoción estética o una situación o un personaje; también la forma en que ha resuelto la toma: cómo ha encuadrado, qué parámetros ha puesto.

En definitiva que, tato para hacerlas como para verlas hay muchos factores con los que disfrutar.
wallace97 ha dicho que…
Entiendo perfectamente que Tonet haya disfrutado lo indecible preparando esos bodegones, pero para mí eso es más escultura que fotografía. Yo prefiero hacer fotos de lo que hay, sin preparaciones. Eso sí, si se puede, buscar otros ángulos, otras luces, modificar perspectivas a base de focales con visión diferente al ojo humano, acercarme a lo ínfimo para agrandarlo, buscar el mejor encuadre dentro de las posibilidades del momento, o buscarlo en otro momento. Disfruto muchísimo disparando. Y disfruto muchísimo viendo fotos buenas, pero sobre todo las del tipo de fotos que yo hago, haría o me gustaría hacer.
MJGE ha dicho que…
¡Escultura! Jaja. Qué bueno, no se me había ocurrido. Hombre, montar el tinglado sí, luego hay que fotografiarlo y para ello buscar luces, texturas, colores y demás: fotografía de estudio. A fin de cuentas una forma de fotografía. Me he acordado de Chema Madoz, que hablamos de él alguna vez y también se le considera fotógrafo, aunque yo creo que la fotografía que hace es sólo el medio para mostrar esos objetos conceptuales que crea y que es donde está realmente el interés de su obra.

Coincidimos en que nos interesa más captar la realidad directa, organizada, e iluminada, por el azar, aunque hay quien prefiere construirla. Podría hacerse un análisis psicológico con esa cuestión y como diría aquél: tiene que haber gente pa tó.

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