Las gafas de Carrillo
A
primera vista, la imagen de Santiago Carrillo en el féretro con las
gafas puestas resulta cómica.
Una
observación más ámplia de la escenografía muestra que lo que allí
se expone no es el hombre sino el personaje: Ese poster con una frase
que, supuestamente, pretende ser un resumen de su ideología "El
capitalismo puede llegar a destruir a la especie humana" y que
uno no acaba de entender cómo puede resultar tan inócua para los
que por allí pululan o que, al menos aparentemente, no les
incomode. La bandera republicana a los pies, los gestos de los que
desfilan....
Todo
es un montaje en el que el personaje tiene que aprecer reconocible,
es decir, con las gafas puestas: muerto el hombre, el personaje sigue
vivo.
Finalmente
uno llega a la conclusión de que ya ni siquiera la muerte nos
reviste de dignidad. Todo es tan superfluo como las gafas que
Carrillo lleva puestas. Es triste.
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